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Historia del Diseño en El Salvador: El Diseño Gráfico como profesión formal (1978-1988)



Msc. Jorge Arturo Colorado 
Coordinador de Investigación 
Escuela de Diseño 
Universidad Dr. José Matías Delgado 
jacoloradob@ujmd.edu.sv


Todas las disciplinas tienen la obligación de pensar en sí mismas, en su historia y en la construcción de sus más preciados paradigmas e ideales, incluso aquellas que tienen una clara pretensión progresista, pues, como diría José Donoso Cortés “En lo pasado está la historia del futuro”

En comparación con otras naciones, nuestro diseño gráfico apenas posee pocas décadas de existir. Al presente es posible conocer y discutir con los primeros licenciados en diseño gráfico graduados en lo que fue la primera promoción en el año de 19871. Pero ellos, a pesar de ser los primeros en obtener un título de licenciatura en Diseño Gráfico, no fueron los primeros que realizaron trabajos vinculados con las principales ramas del diseño, pues es obvio que antes que pensáramos instituir una profesión formalizada por un título universitario, ya había nece- sidades propias del diseño que era necesario resolver y así se había hecho.
 En esos años se recurría al trabajo técnico de dibujantes o de personas con la capacidad ar- tística que satisficiera necesidades editoriales o comerciales del momento, a los que se les conocía como dibujantes comerciales. De ellos, seguramente, alguno tuvo algún tipo de educación formal en cualquiera de las diferentes academias de arte o dibujo que había en el país. Muchos de estos artistas pre-diseñadores de entonces han sido olvidados y el rescate de su memoria es tarea pendiente en la construcción de la historia del diseño gráfico nacional. 
Muchos artistas que se dedicaron al dibujo comercial o publicitario, asistieron a la Escuela de Artes Gráficas fundada por Carlos Alberto Imery, que comenzó a funcionar en la se- gunda década del siglo XX (1911-1913), en donde “se aprendían las técnicas de la acuarela, témpera, acrílico, tinta china y técnicas mixtas; además de aprender a dibujar lo re- lativo al dibujo publicitario; como era el aprender a dibujar letras pues en aquella época se dibujaban a mano(Cortez Lara, 2013, p. 30), asimismo, continuando ese esfuerzo, en 1937 el artista español Valero Lecha fundó su Academia de Dibujo y Pintura, dándole a más jóvenes la oportunidad de formarse dentro del arte. 
 
En 1950 inicia la Dirección General de Bellas Artes la cual tiene una duración de 18 años, cerrándose en 1968 para dar paso al Centro Nacional de Artes, CENAR, producto esto de la Reforma Educativa de Walter Béneke, iniciando con ello un Bachillerato en Artes 2, el cual poseía la especialidad en artes plásticas. 

A mediados del siglo XX, el desarrollo del arte comercial y publicitario se vio impulsado por el aparecimiento de las agencias de publicidad, iniciando con la agencia “El Puente”, fundada por el estadounidense George Masey, quien dirigiera la empresa durante tres años, hasta ven- derla al señor Antonio Díaz, transformándose en “Publicidad Díaz” (ASAP, 2014). 

En 1956 las agencias de publicidad comenzaron a crecer; ese año se fundó IPC-APCU, y dos años después, en 1958, Publicidad Rumbo. Publicidad Comercial Lintas Worlwive (¿?) conti- nuó en 1959, Brand Web y Publicidad Ramos en 1960, MacCann Erickson en 1963 y Anuncie Publicidad en 1969. 

Este aumento de empresas dio pie para contratar dibujantes bien forma- dos que se encargaran de generar el arte aplicado al trabajo comercial y publicitario. 

Según Vásquez (1988, p. 54), en este período los dibujantes, artistas formados en acade- mias o autodidactas que generaban la publicidad, se hacían llamar dentro de la agencias con el nombre de creativos, pues no existía el título de diseñador gráfico. Es decir, desde la mitad del siglo XX hasta la última década de éste, el diseño gráfico durmió discreta- mente dentro de las agencias de publicidad, ya que éste no existía o bien permanecìa aisla- do del mundo de las agencias. Fue entonces que comenzó a conocerse a nivel internacional y nacional con el nombre de artes aplicadas. 

Opuesto a las bellas artes, las artes aplicadas, implican un arte en “función de” o “supeditado a”, es decir, con una funcionalidad práctica aplicable a las necesidades de las sociedades pos- industriales. 

Sociedades caracterizadas por un aumento de los medios de comunicación y de las tecnologías de información, en donde se da una mayor importancia al consumo y un au- mento en el sector de servicios. 


Se hace camino al andar
En El Salvador, la década de 1970 se caracterizó por una enorme inestabilidad política y social, siendo la Universidad de El Salvador escenario de violentos enfrentamientos políti- cos e ideológicos, la cual sufrió frecuentes intervenciones militares y un aumento desmedi- do de la violencia civil. Ante eso y aprovechando la Ley de Universidades Privadas 3 en el año de 1977 se fundó la Universidad Dr. José Matías Delgado, iniciando su trabajo acadé- mico con tres facultades 4


El 15 de octubre de 1978, casi un año después de la fundación de la Universidad, iniciaron las operaciones de la Escuela de Artes Aplicadas “Carlos Alberto Imery”, como se la denominó. Es posible que en un inicio se tuviera clara conciencia de lo que la Universidad buscaba en relación al diseño gráfico, a las artes aplicadas o al arte en sí mismo, y eso puede comprenderse cuando se reflexiona sobre los objetivos que se plantearon y que fueron plasmados en el folle- to informativo de la Escuela, cuando consideraba 

valorizar al arte como profesión, desarrollar y estimular la capacidad creadora y preparar al estudiante teórica y artísticamente para que pueda desarrollarse en nuevas posibilidades... Pretendiendo resolver el problema de la falta de profesiona- les universitarios en el campo de las Artes Aplicadas en El Salvador, que tengan una conciencia clara de los valores culturales nacionales y que al mismo tiempo resuel- van las necesidades sensibles, prácticas y culturales del país”. (Ídem, p. 49). 

Otros objetivos estaban mayormente relacionados con las artes aplicadas, pues buscaba inculcar a los estudiantes la capacidad de dirigir nuevas empresas y contribuir al desarrollo cultural y económico del país. 

Por otro lado, la Escuela de Artes Aplicadas consideró en un principio graduar a sus estudian- tes bajo un programa de cuatro años a fin de optar al título de Maestro en Artes Aplicadas. 

El pensum académico de enero de 1978 consideraba ocho ciclos para Maestro y la posibilidad de una especialidad en Artes Gráficas. Dicho pensum fallaba en cuanto a la construcción lógica de un programa universitario, ya que confundía temáticas con cátedras, tal como puede verse a continuación: 



 
El inicio comenzó con dificultades, en palabras de Rosemarie Vásquez Liévano (1988, p. 47): 


En un campo tan desconocido como era el diseño en El Salvador, [la Escuela] comenzó con dificultades, falta de profesionales, programas incompletos y se dejaban de lado las bases fundamentales del diseño, escasez de adecuadas instalaciones para impartir clases, falta de información”(etc). 


El panorama cambiaría casi de inmediato, pues el 6 de noviembre de 1978 se incorporó como director de la Escuela de Artes Aplicadas el artista Roberto Galicia, quien aplicó una inmediata reestructuración en el pensum de las carreras: 


Cuando llegué, pues, lógicamente lo que me encontré fue que no había una claridad, y me tocó que trabajar directamente con el Dr. Hugo Lindo, y David [Dr. David Escobar Galin- do] era el Vicerrector y [el] Dr. Trigueros era el Rector y empecé a preparar el documento base de la carrera y en ése se contemplaba que el grado académico que iba a ofrecerse era el de diseñador” (Entrevista Roberto Galicia, 4 febrero 2014).


Es decir, ya con el pensum renovado, dejó de ofrecerse el grado de maestro y pasó a ser el de diseñador, pues según Galicia, un maestroes un calificativo honorifico que se le da a aquellos artistas que se han desarrollado plenamente en su carrera, por la trascendencia de su obra y su amplia trayectoria”. Sin embargo, siguieron manteniéndose los cuatro años de estudios, hecho que con los años traería dificultades con el Ministerio de Educa- ción, quien puso reparos en la certificación del título de diseñador, y para solventarlo, la Escuela tuvo que llegar a un acuerdo con el Ministerio en 1986, ofreciéndole a sus maes- trosgraduados estudiar un año más a fin de alcanzar el grado de Licenciatura. 
 
Asimismo, se consideró conveniente desarrollar dos especialidades en los últimos dos años de estudio: una especialización en Diseño Gráfico y otra en Diseño de Ambiental 5

El pensum renovado pretendía equilibrar el arte y el diseño, y entre ellas incluía la com- prensión de la tipografía en dos cátedras tituladas “caligrafía I” y “caligrafía II” en donde se estudiaba la evolución del alfabeto, la construcción y el diseño de la tipografía 6

También se le dio importancia fundamental al dibujo. Al menos nueve cátedras, ubicadas entre el primer y el segundo año, buscaban profundizar el conocimiento de éste y se estu- diaba sobre la línea, el plano, las proporciones, el dibujo bidimensional, las proyecciones diédricas, la estilización y el movimiento de la figura humana. 

Las cátedras: Seminario de Especialización I y II, consideraban incluir los aspectos más indispensables para la contabilidad a nivel empresarial y el estudio del control, finanzas, administración de nuevas empresas, análisis económico y auditoría contable. 

Se dotó al pensum con cátedras vinculadas con la historia y cultura de El Salvador (Ar- queología, Museos de El Salvador y Taller Artesanal I y II), respondiendo a uno de los in- tereses más significativos que el diseño gráfico ha tenido en los últimos años: la identidad nacional y su aplicación en el diseño. 





 
La asistencia inicial de los estudiantes inscritos en la Escuela de Artes Aplicadas se configuró en pequeños grupos. La primera generación en 1978 ascendió a 42 inscritos, 9 hombres y 33 mujeres, que para el ciclo 01-1979 se redujo a 27 y el 02-1979 a 18. Finalmente, en 1982, cuando la primera generación había terminado sus cuatro años de diseñador, egresaron 10 es- tudiantes, 4 hombres y 6 mujeres. (ídem, p. 113). 

Como puede observarse la población estudiantil se comenzó a conformar en un 10% hombres y un 90% mujeres” 

El grupo inicial estuvo compuesto de por varios artistas plásticos: Hugo Martínez, Héctor Hernández (quien fuera alumno del maestro Pedro Acosta García), Mauricio Mejía (alumno del maestro Valero Lecha) 7, y varios dibujantes entre los que cabe destacar a Gino Graniello. Así también creativos... empíricos de agencias publicitarias (ídem, p.48) que se inscribieron en los cursos, junto con interesados en la historia del arte. 
 
En ese entonces, la Universidad Dr. José Matías Delgado carecía de campus y sus sedes se encontraban dispersas en varios edificios alquilados en San Salvador. La Escuela de Artes Aplicadas inició en la Calle Arce en una casa ubicada entre la 17 y 19 avenida norte 8

Debido a problemas de espacio e infraestructura, la Escuela se traslada a principios de 1980 hacia un inmueble ubicado en la intersección de la 7a Calle Poniente y 73 Avenida Norte, Colonia Escalón, frente a un lote llamado Quinta Itsmania, compartiendo espacio con la Escuela de Derecho y Comunicaciones. 

En ese local, la vida diaria estudiantil resultaba muy familiar todo, era un ambiente bastante acogedor, hasta cierto punto, porque era una casa de residencial que habían adaptado para crear la escuela” (Entrevista a Licda. Marta Eugenia Valle, 24 febrero 2014). 

Entre los profesores destacados se encontraban: Roberto Galicia (quien entonces también fungía como director de la Escuela de Diseño); Patricia Martino, recién graduada de diseñadora en Italia y que había logrado transmitir la visión contemporánea del diseño de entonces. Hubo mucho trabajo de artistas visuales del calibre de Titi Escalante, Pedro Acosta, Miguel Ángel Orellana, Elena Margarita Álvarez (Negra Álvarez). 

Así también, el estudio sobre las técnicas de impresión y preparación de las artes para el dise- ño gráfico estuvo a cargo del señor Nicolás Cabezas, propietario de una imprenta muy emblemática en Santa Ana, Tipografía Comercial (ídem). En ese momento, esa cátedra fue has- ta cierto punto revolucionaria pues nunca antes se habían enseñado estas técnicas en un ambiente universitario. 

Hasta entonces, eran oficios aprendidos dentro de las imprentas y no dentro de cátedras formales.
Los arquitectos Luis Salazar Retana, Claudia Allwood y el escritor Ricardo Lindo se encarga- ron de las cátedras en donde se vinculaba la Estética, Historia del Arte y los Estilos Arquitectónicos de una forma integral. 

En 1982 egresa la primera promoción con el título Diseñadores, contando solamente con egresados en la especialidad en Diseño Gráfico. Algunos de estos egresados son inmediatamente incluidos en la nómina de la Escuela y comienzan a servir como catedráticos para las nuevas generaciones 9

En 1985 depone su cargo Roberto Galicia, aunque continúa como docente hora clase, y lo sustituye la Arq. Claudia Allwood, terminando lo que constituye el periodo de creación (1978-1985) y organización de la Escuela e iniciando el período de consolidación (1986- 1991) (Linares Aguilar, 1990)

En 1986, la Universidad Matías Delgado se traslada al campus ubicado en Antiguo Cus- catlán, carretera a Santa Tecla, y un año después, en 1987, la carrera de Diseño Gráfico su- fre un cambio cualitativo. A fin de cumplir con requisitos ministeriales, la Escuela de Diseño introduce la licenciatura en Diseño Gráfico 10. Para ello, se requiere que los estudiantes completen cinco años de estudio. Los que ya habían cursado los cuatro años de diseño y tenían un título de diseñadores y los que se encontraban en ese momento cursándolosfueron invitados a cursar un año extra para así obtener el título de licenciados. 


Los primeros licenciados en Diseño Gráfico graduados en El Salvador fueron: Hugo Mar- tínez Acuña, Marta Eugenia Valle Contreras y Rosemarie Vásquez Liévano. El título les fue entregado en un acto público celebrado en el aula Magna de la Facultad de Derecho, en la mañana del 17 de noviembre de 1988. Siendo juramentados por el entonces rector de la Universidad Dr. Guillermo Trigueros. En dicho acto, solo se presentó Rosemarie Vásquez, debido a que Hugo Martínez y Marta Eugenia Valle se encontraban en calidad de becarios en Estados Unidos cursando una especialidad. 

Por ello, Rosemarie Vásquez Liévano tuvo el honor de dirigirse al público invitado alu- diendo que hasta entoncesla única universidad impulsora y prácticamente creadora del Diseño Gráfico a nivel superior en El Salvador era la Universidad Dr. José Matías Delgado: 


en sus manos está la semilla, el árbol está dando frutos; de ella la universi- daddepende si este árbol se convierte en una plantación o se pierde en el olvido11


Hoy, 26 años después, los frutos de aquellos primeros diseñadores han crecido y prosperado. Efectivamente, el árbol se convirtió en plantación e incluso desbordó a la Universidad. El número de estudiantes aumentó en los siguientes años, profesionales graduados fundaron empresas y hasta han apoyado otros esfuerzos en otras universidades, consolidando con ello la profesión del Diseño Gráfico a nivel nacional.

 
Bibliografía
ASAP, 2014. Antecedentes de la Publicidad en El Salvador. [En línea] Available at: http://www.asap.org.sv/documentosasap_antecedentes.htm [
Último acceso: 08 09 2014].

Cortez Lara, L. F., 2013.
RESEÑA DE PINTORAS SALVADOREÑAS EN EL SIGLO XX Y SUS
ANTECESORAS EUROPEAS Y AMERICANAS DESDE EL SIGLO XVI. San Salvador: UES. 

Enciclopedia de Economía, 2009. La Gran Enciclopedia de Economía. [En línea] Available at: http://www.economia48.com/spa/d/sociedad-postindustrial/sociedad-postindustrial.htm [Último acceso: 8 Septiembre 2014]. 

Linares Aguilar, M., 1990. La utilización del Diseño Gráfico como recurso de proyección en la imagen corporativa de la Escuela de Artes Aplicadas "Carlos Alberto Imery" de la Universidad "Dr. José Matías Delgado". San Salvador: UJMD. 

Vásquez Liévano, R., 1988. La Realidad del Diseño Gráfico en El Salvador. San Salvador: UJMD. 

Citas


1 Los primeros licenciados diseñadores gráficos graduados en El Salvador fueron Hugo Humberto Martínez, Marta Eugenia Valle y Rosemarie Vásquez Liévano, graduados el 17 de noviembre de 1988. 
2 El Bachillerato en Artes fue cerrado en ocasión a una reforma educativa en 1994, durante la gestión de Cecilia Gallardo de Cano.
3 24 de Marzo de 1965, Decreto Legislativo No 244 (Diario Oficial, 1965) 4
Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales “Dr. Isidro Menéndez”, Facultad de Cultura General y
Bellas Artes “Francisco Gavidia” y Facultad de Economía “Dr. Santiago Barberena”. 

5 Lo que fuera el origen de la licenciatura en Diseño Ambiental, fue posteriormente Diseño de Interiores y actualmente (2014) es Arquitectura de Interiores.
6 Impartido por el calígrafo Adán Escobar y Víctor Vásquez.
7 Datos basado en entrevista con el artista Roberto Galicia. 

8 El inmueble fue derribado, actualmente (2014) en su lugar se encuentra el edificio Simón Bolivar pertene- ciente a la Universidad Tecnológica de El Salvador.
9 Entre los primeros graduados con el título de Diseñadores Gráficos tenemos a Hugo Humberto Martínez Acuña, Marta Eugenia Valle Contreras, Rosemarie Vásquez Liévano, Ana Miriam Bla- ckman Aguiluz, Norma Esperanza Morán de Laínez, Oscar Rolando Soto Palacios, Lucía Merce- des Rafaela Trejo de Recinos, Elena Tussell Pascual, María de los Ángeles Alfaro Espinoza, Pa- tricia Annicchiarico Cozzarelli, Regina María Tablas Olivares, Ana Coralia Paredes Osorio, María Luisa Mayorare. 

10 Asimismo introduce la Licenciatura en Diseño Ambiental (antes especialidad dentro del estudio de 4 años) e inicia la Licenciatura en Diseño Artesanal.
11 Discurso pronunciado durante acto de graduación, archivo Escuela de Diseño.

 


 

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